essay
Original title: The Meaning of Freedom: And Other Difficult Dialogues
Author: Angela Y. Davis
Date of publication: 2012
Literary genre: Essay
Languages: English > Spanish
Format: Word
Synopsis:
With her brilliant analytical and critical thinking skills, in this collection of twelve speeches, Davis explores the relationship between the various issues of race, gender, power, class and others to address the great need for social transformation that the United States faces. She analyzes the concept of freedom through various examples of institutional injustice and poses the issue as a collective struggle that demands new ways of thinking and being.
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O.T.
Consciousness of Race, Class, Gender, and Sexuality
One of the major challenges in black, Latino, Asian, and Native American communities is to develop a popular consciousness of the complex relations of race, class, gender, and sexuality. In both scholarly and activist circles, we have been discussing the interrelatedness of these modes of oppression for more than a decade, but our politics continues to be driven by outmoded discourses and conceptions. As racism is on the rise, so are classism, sexism, and homophobia. Affluent black people are more willing than ever before to write off their poor, oppressed sisters and brothers. These are the same black folks who often claim to be victims of racism themselves when they don’t get a promotion, but who won’t even think about supporting the custodial staff’s right to unionization.
With respect to gender, many of us are held captive by masculinist perceptions of the black community that dangerously trivialize black women’s place. Black men continue to be evoked as “an endangered species” while black women are seen as responsible for the reproduction of poverty-stricken fatherless families, whose male children are destined to become prison statistics. Black women who dare to think that they can build families without men are represented as destroying the community. In this framework of ideological misogyny, black women are perceived as the reproducers of violent black men. Within discussions on African Americans in higher education, the increasing percentage of black women receiving PhDs is often viewed as pathological. It is as if our problems would magically be solved if only black women recognized their traditional place and agreed to stand behind their men.
This discourse on saving young black men is often pervaded with sexism and misogyny. Women continue to be represented as appendages, as sex objects, as baby machines. And those women who achieve despite the terrific odds are often seen as a threat to the potential achievements of black men. Why is it not obvious that any successful effort to save black men is destined to fail if it relies on the subjugation of black women?
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T.T.
Conciencia de raza, clase, género y sexualidad
Uno de los principales desafíos que existen en las comunidades negra, latina, asiática y amerindia es el desarrollo de una conciencia popular sobre las complejas relaciones de raza, clase, género y sexualidad. Desde hace más de diez años, tanto en círculos académicos como en círculos activistas, se ha estado debatiendo la relación entre estos tipos de opresión; sin embargo, nuestra política sigue estando impulsada por discursos y concepciones obsoletas. A medida que crece el racismo, también lo hacen el clasismo, el sexismo y la homofobia. Los negros acomodados están más dispuestos que nunca a excluir a sus pobres y oprimidos hermanos y hermanas. Son los mismos que se declaran víctimas del racismo cuando no consiguen un ascenso, pero que ni siquiera se plantean defender el derecho a la sindicación del personal de limpieza.
En lo que respecta al género, muchos somos presos de percepciones masculinas sobre la comunidad negra que trivializan seriamente el papel de la mujer negra. El concepto de hombre negro se sigue asociando a una «especie en peligro», mientras que la mujer negra se sigue considerando la responsable de la reproducción de familias sin padre y en situación de pobreza cuyos hijos varones están destinados a convertirse en estadísticas penitenciarias. Las mujeres negras que se atreven a pensar que pueden construir una familia sin la figura de un hombre quedan representadas como responsables de destruir la comunidad. En este contexto de misoginia ideológica, las mujeres negras se consideran progenitoras de hombres negros violentos. En los debates sobre los afroamericanos que cursan estudios superiores, el creciente porcentaje de mujeres negras que realizan un doctorado suele considerarse un fenómeno patológico. Es como si todos los problemas pudieran resolverse por arte de magia solo con que las mujeres negras reconocieran su papel tradicional y aceptaran permanecer detrás de los hombres.
Este discurso sobre la salvación de los jóvenes negros suele estar impregnado de sexismo y misoginia. Las mujeres se siguen representando como apéndices, como objetos sexuales, como máquinas de hacer bebés. Y las mujeres que tienen éxito a pesar de las enormes dificultades suelen considerarse una amenaza para los posibles logros de los hombres negros. ¿Por qué no resulta obvio que cualquier esfuerzo fructífero por salvar a los hombres negros está destinado a fracasar si se basa en el sometimiento de las mujeres negras?